Pensaba actualizar el blog con una entrada agria, protestando y quejándome de una serie de hechos que me han molestado últimamente, pero he decidido actualizar centrándome en el momento en el que una mujer decide tomar la iniciativa. Os preguntaréis queridos lectores, el motivo de este arrebato de decisión que he tenido, pero en las próximas líneas os desvelaré el misterio.
¿Cómo os quedaríais hombres del mundo y lectoras femeninas si de repente alguien os entrega un post it con un número de teléfono? ¿Cómo reaccionaríais? ¿Qué haríais? Yo, sinceramente no lo sé, ya que he sido yo la que he tomado la iniciativa, ¿por qué? Porque me apetecía, y tenía bastante claro que si no lo hacía yo veía complicado que ocurriese al revés, más que nada por las circunstancias, que aquí no voy a desvelar, bastante hago contándoos el secreto de la última de mis aventuritas.
Vamos a introducirnos en la cuestión de manera más profunda, ¿por qué las mujeres no tomamos la iniciativa? ¿Cuál es la razón? Lo más probable es que sea miedo al rechazo, orgullo personal o esa sensación que tenemos de que es el hombre quien tiene que tomar las riendas. Bien es cierto, no lo voy a negar, que yo pienso así también, pero de vez en cuando me dan arrebatos y cometo alguna locura. Ahora veré las consecuencias, que me temo (pesimismo mío) no van a ser las que me gustarían, por mucho que la gente me diga que va a salir bien y que me voy a llevar una sorpresa...
¿Pero qué hacer? ¿Quedarme sentada y ver la vida pasar? Dicen que para ganar hay que arriesgar, así que, ¿por qué no hacerlo?
Mood: Arriesgada
Suena: Lana del Rey - Video Games
