lunes, 30 de julio de 2012

Sentimientos

Resulta curioso hacer un repaso a mi última entrada y ver como en poco más de un mes han cambiado las cosas con una velocidad que me ha sorprendido hasta a mí misma. De dar post it por ahí, a de repente empezar algo con una persona con la que estás bien, de la que te gusta lo que vas conociendo y que para rematar, siente lo mismo que tú.

Pero como diría Jack el destripador, vayamos por partes. Lo primero de todo es hablar del desenlace del post it. Al final pasó...nada, como os podéis imaginar. No por nada malo ni mucho menos, sino por una razón que a mí me resulta bastante lógica: el chico en cuestión acababa de empezar con su novia y no tenía ganas de mezclarse en historias por respeto a ella. Chapeau por el susodicho, tenemos a un hombre fiel en el planeta. Y obviamente, felicidades a su novia, está con un chico atractivo y que realmente se preocupa por ella. ¡Bravo!


Y ahora vamos a la parte que interesa ahora mismo, que es mi total y absoluta felicidad en estos momentos. No voy a entrar en muchos detalles para preservar la identidad e intimidad de él pero algo os tengo que contar, ¿no?

Desde que le vi por primera vez me pareció guapísimo, pero por circunstancias no podía tener trato directo con él, así que gracias a una buena amiga y a un par de buenas ocasiones empecé a quedar con él. Primero en un contexto más público que cada vez iba a más, y por fin los dos solos y con posibilidades de no tener a nadie que nos pudiese ver juntos y juzgar/cotillear/hablar lo que sea. 

Hay que añadir ya que es una parte importante, que una vez empezamos a vernos, comenzó un fuerte tráfico de comunicación y mis sentimientos a su vez comenzaron a aflorar. Además de guapo era muy simpático y con gustos afines a los míos.



Pero, volviendo al día en que nos vimos tranquilamente, yo no las tenía todas conmigo. Creía que me veía como a una amiga y que estaba todo perdido. Y, de repente, él decidió hablar y decirme todo lo que sentía que venía a ser lo mismo que tenía yo en mi mente. Fue como quitarme un peso de encima, así como también una gigante satisfacción. Y es que seguro que muchos de vosotros sabéis lo bonito que es que los sentimientos sean correspondidos.

Ahora, aunque están nuestras vacaciones por medio, hemos decidido darle una oportunidad a lo nuestro y nos podemos llamar pareja. Por ahora, pero eso ocurre en todos los comienzos, estamos genial, nos complementamos, nos reímos juntos y queremos pasar tiempo el uno con el otro. 

Hablaba en otras entradas que hay que dejar de lado los miedos y las inseguridades. Lo he hecho y ahora soy realmente feliz, no sé si va a ser el amor de mi vida, si vamos a pasar el resto de nuestros días juntos, pero tengo muy clara una cosa: no voy a dejar escapar aquello que me hace sentir bien, especial y que por parte de los dos es correspondido.

Mood: Completa
Suena: The Veronicas - This love