domingo, 27 de mayo de 2012

500 days of summer

Acabo de ver 500 days of summer, en castellano 500 días con ella, y sinceramente, me ha gustado. ¿Por qué? Porque es una verdad como un templo. Todo el mundo, hombres y mujeres nos creamos ideas en nuestra mente respecto a los sentimientos y muchas veces nos cuesta aceptar la realidad.



Existe un porcentaje muy bajo, yo diría que un 1% de posibilidades, de que la persona en la que nos hemos fijado y creado una especie de idea sentimental hacia ella, albergue esos mismos sentimientos por nosotros, ¿y eso por qué? Porque nadie ha dicho que el amor fuese fácil, porque no tiene por qué sentir lo mismo que nosotros o porque no es el momento adecuado. Obviamente existen más factores que no tengo que mencionar en la entrada pero que si nos podemos a indagar en nuestras propias experiencias, los podremos mencionar sin mucha dificultad.

Y es que lo que ocurre en la película es la vida misma, cambiando los papeles, ya que estamos acostumbrados a que las mujeres sean las sentimentales y las que sufren, pero todo el mundo lo pasa mal. Y en ocasiones, se nos advierte de que las tornas no van a ser como nosotros queremos, nos negamos a aceptar la realidad y cuando nos quitamos la venda nos chocamos de bruces con la verdad, y ahí, es cuando sufrimos. Y qué decir cuando vemos que la persona que nos ha hecho daño puede rehacer su vida sin problema mientras nosotros seguimos recogiendo los pedazos de nuestro corazón. Cuesta asumirlo, pero quizás esa persona sí está hecha para la otra.


Sé que es duro tomar contacto con la realidad mientras el enamoramiento sigue estando presente, pero tarde o temprano tenemos que hacerlo. Yo sigo viviendo en mi estado de pánico de los últimos años, empezando historias que pueden ir bien y que acabo abandonando por terror a que me vuelvan a destrozar mi corazón, a que me vuelva a sentir más sola de lo que me sentí. Seguramente sea una idiota, y la gente crea que soy una pesada dándole vueltas siempre al mismo concepto, pero un solo instante de felicidad supone que afloren mis miedo más internos. Es mi culpa, pero ¿qué hacer? ¿Tirarme a una piscina en la que no veo el fondo? No puedo, y quizás no pueda porque aún no ha aparecido, o puede que sí, y no me haya dado cuenta o las señales no son las adecuadas.

Yo no quiero 500 días de verano, quiero un vida al lado de una persona, quiero alguien que adore la música, se ría mucho, le encante leer y pueda ser capaz de ver una película romántica, alguien que le encuentre sentido a mis estupideces y que los gatos le parezcan geniales, que tolere mi amor por la moda y que consiga que cada día de mi vida sea una aventura. Pero sobre todo quiero alguien que sienta lo mismo que yo, que cuando lo mire me sienta segura, que me respete y que me apoye, dando siempre su visión de las cosas. En definitiva, con sus virtudes y defectos quiero a alguien que me haga feliz. ¿Existirá?


Puede que lo haya encontrado ya...o no.

Mood: Esperanzada
Suena: The Temper Trap - Sweet Disposition