lunes, 20 de febrero de 2012

Elegancia



Llevo varios días queriendo escribir sobre este tema, pero dos cosas me lo han impedido: la primera de ellas que he estado hasta arriba de trabajo y la segunda que necesitaba calmar un poco la rabia que tenía dentro.

Mi entrada de hoy está dedicada a la elegancia y al saber perder. Hace relativamente poco tiempo perdí una batalla que me dolió bastante, es más, fue como si me echasen alcohol sobre una herida abierta por como se desarrollaron las circunstancias.



Puede sonar a historia típica con el comienzo de “conoces a una persona, te gusta esa persona, congeniáis, habláis todos los días…” pero de repente eso comienza a ser un extraño tira y afloja del que solo una persona sale perjudicada (siempre es unilateral el daño). Cuando esa persona, que ya lleva un tiempo perjudicada y dolida, decide armarse de valor y expresar lo que siente recibe el típico “eres súper buena persona, guapísima, estupenda me caes genial, pero… (sí, siempre hay peros) estoy conociendo a otra persona”.

Señores, esto se puede considerar elegancia, por lo menos la otra persona es sincera, aunque principalmente no lo fue. Lo que ya no es elegancia es que tras mostrar informaciones y datos de que ha pasado tiempo con esa persona que está conociendo, que duelen y mucho, coja y lo siguiente que haga es tener la poca decencia de hablarme, porque como es lógico y seguro que lo habéis deducido la persona dolida soy YO.



Ahora, quien quiera puede pensar que soy una egoísta, que como me atrevo a hacer esto o me pedirá explicaciones sobre esta entrada. No las pienso dar, estos son los sentimientos que llevo más dentro de mí y necesitaba desahogarlos de alguna manera y creo que no existe mejor manera que mi blog, mi lugar para hablar sobre mis sentimientos y pensamientos.

Y con esto, no pretendo ni dar pena ni que nadie sienta compasión de mí. El dolor se cura y las lágrimas sanan las heridas. Soy muy consciente de lo que valgo y de que como todo el mundo tengo defectos y no pienso, por nada del mundo, hundirme por esta historia. Y es aquí donde quiero resaltar el término elegancia, porque hay formas y formas de superar las cosas, y la mía va a ser con elegancia porque ante todo soy una señora.



Para ir terminando, lo único que me queda por decir es no voy a borrar a nadie, ni pienso bloquear, ni nada, pero por respeto, que seguro que lees esto, mejor no me hables en una temporada. No por nada, me resulta molesto y si contesto ahora mismo es por educación. No te deseo ningún mal, es más ojala te vaya todo bien,  pero por ahora cuanto más lejos de mí mejor. Gracias de antemano.

Marta

Mood: Zen
Suena: Incubus - Isadore

martes, 14 de febrero de 2012

(Auto)destrucción

Cerrar los ojos, dejar la mente en blanco, descansar, desconectar, saborear la vida, vivir despacio, reflexionar, cuidarme, intentar ser feliz...cosas que debería de haber hecho desde que ha comenzado el año pero que me han resultado imposibles. Me siento cansada y apática y todo se debe al ritmo que estoy llevando últimamente y todo lo que se me está acumulando a mayores. Estoy irritable y dolida, quizás veo poco reconocimiento en muchas cosas y pocos premios y veo que se valoran cosas en la sociedad que me resultan incompresibles, o puede que sea la "tecnología alemana" en la que me he ido convirtiendo con los años y las experiencias. Nunca he sido de buenos años pares en el calendario pero tampoco había ido una tras otra en mucho tiempo.


Y es que parece curioso que hoy, día de San Valentín, esté actualizando mi blog y que no le dedique ni una palabra al amor, pero, ¿qué tengo que decir? Que hay que ser positivo, que todo el mundo encuentra a su media naranja y que solo no se está tan mal, lo que digo siempre y que pese a todo y al dolor que he sufrido lo secundo y me parece verdad. Pero...hoy no va el tema de la entrada por estos derroteros. Hoy toca centrarse en la autodestrucción que es la peor de todas las destrucciones.

No conozco a nadie que sea feliz al 100%,  que vea todo maravilloso y que esté siempre sonriendo. En mayor o menor medida tenemos problemas y eso es lo que nos hace luchar y ser fuertes ante todas las advesidades. Es la vida y ya está, no podría ser de otra manera porque de ser diferente seríamos autómatas. 



Entonces, ¿a qué nos lleva entrar en bucles de autodestrucción? Quiero decir al autolamento, a la queja universal, al matrato de uno mismo, al flagelarse con cosas que duelen. Solo conduce a la autoindulgencia y al darse pena a uno mismo. Todos y cuando digo todos es TODOS estamos preparados para pelear con uñas y dientes por todo, así que basta de quejas que caigan en saco roto. Que cada uno luche por lo que quiera y más desee, pero jamás perdiendo la dignidad. Tu vida y tú mismo vales más que eso.


Disfrutad de amor los que lo tengáis hoy. 

Mood: Cansada
Suena: Florence + The Machine - Seven Devils